LA PUNTUALIDAD

“Un minuto antes no es la hora,

un minuto después tampoco es la hora.

La hora es la hora”

Napoleón

En nuestra patria, referirse a la “hora peruana” es sinónimo de impuntualidad. En las reuniones gremiales, académicas, políticas, sociales y otras, se hacen gala de esta mala costumbre que va quedando como herencia negativa para las nuevas generaciones.

Toda reunión convocada para una determinada hora, por lo general empieza después de media hora y en algunos casos después de una hora de espera. Quienes llegan tarde al encuentro hacen perder valioso tiempo a quienes llegan con puntualidad. En las instituciones gremiales, para los efectos del quórum, han optado por establecer la primera y segunda citación, legalizando así la impuntualidad.

Cuestionando esta realidad, la sabiduría popular acuñó el dicho “el tiempo es oro”, valorando en su real dimensión la importancia de cumplir con el horario establecido. Sin embargo, en los hechos, se impone una cultura carente de valores que deforman la personalidad del factor humano.

Es evidente que el actual sistema educativo nacional, carece de un propósito definido. De allí la pérdida de valores y la promoción de generaciones sin vuelo mental. Frente a esta realidad, ¿qué hacer? La salida está en renovar el sistema educativo nacional con un propósito definido: el Resurgimiento del Perú.

Un Perú nuevo en el mundo nuevo, es la aspiración más sentida de la población. Para lograrlo, se requiere del trabajo consciente y organizado por el cambio social. He ahí la necesidad de cultivar el hábito de la puntualidad desde el hogar y la escuela. El hombre nuevo, el hombre pensante y operante, altamente calificado por el trabajo, será el producto natural de un proceso educativo integral que comprende los aspectos: científico-técnico; físico-deportivo y éticoespiritual.

En las actuales circunstancias es de vital importancia pregonar con el ejemplo. Para exigir a los demás, tenemos que exigirnos primero a nosotros mismos. Sí exigimos puntualidad, tenemos que ser puntuales en todo. He ahí el reto del hombre afirmativo, cordial, juvenil y fecundo, reivindicando la hora peruana como una hora puntual y productiva. He ahí el espíritu del IESTPOO en su nueva etapa, rumbo a la acreditación.

¡Educar en colectividad, a través de la colectividad y para la colectividad!

Lima-Perú, Marzo 2015

La Dirección